La práctica fuera de pista en la montaña presenta riesgos de avalanchas, cuya importancia nunca debe minimizarse. Es esencial equiparse bien para maximizar la seguridad durante las aventuras en snowboard y esquí. Entre los imprescindibles se encuentran el DVA (Detector de Víctimas de Avalancha), la pala y la sonda, pero también la mochila antiavalanchas. Esta última ofrece muchas ventajas para aumentar sus posibilidades de supervivencia frente a este peligro omnipresente. Aquí hay una guía para ayudarle a elegir la mochila adecuada.
Comprender el funcionamiento de una mochila anti-aludes
El principio de la mochila anti-aludes se basa en el efecto de agitación: un objeto más grande y más ligero tiene más probabilidades de subir a la superficie en caso de avalancha que las pequeñas partículas de nieve. Así, una mochila equipada con un sistema inflable permitirá crear una "burbuja" lo suficientemente grande para favorecer esta subida, reducir los riesgos de enterramiento y, por tanto, aumentar las posibilidades de supervivencia. En caso de sepultamiento, la mochila anti-aludes también permite crear un espacio alrededor del rostro, facilitando la respiración.
Diferentes tipos de sistemas inflables
Existen principalmente dos tipos de sistemas inflables:
- Sistema de un solo airbag: Se trata de un único cojín inflable en forma de U, que va desde los hombros hasta la cintura en los laterales. Este sistema permite optimizar la flotación del esquiador mientras ofrece protección lateral.
- Sistema de doble airbag: Esta solución se basa en dos cojines inflables distintos que rodean al esquiador por cada lado. El producto se infla simultáneamente y asegura una protección aumentada en comparación con el sistema mono-airbag.
Saber elegir su bolso
Varios criterios deben tenerse en cuenta al elegir su mochila anti-aludes:
- El volumen : Prefiera una mochila con una capacidad suficiente para llevar el equipo necesario según la actividad practicada (esquí de travesía, esquí alpino…). Los volúmenes suelen variar entre 20 y 50 litros.
- El peso: En la montaña, cada gramo cuenta. Opta por una mochila ligera sin descuidar la calidad de los materiales, ya que deben ser resistentes para soportar condiciones extremas.
- La compatibilidad con otros equipos: Su mochila debe poder alojar el DVA, la pala y la sonda, así como sus efectos personales (ropa de repuesto, comida, agua…).
- La comodidad: Pruebe diferentes modelos para determinar cuál es el más cómodo de llevar en la espalda. Un buen acolchado y un cinturón abdominal son indispensables.
- La facilidad de uso: Asegúrese de que la mochila antiavalanchas sea fácil de usar, incluso en situaciones de estrés. El sistema de inflado debe poder accionarse de manera sencilla y rápida.
- El presupuesto : Los precios de las mochilas anti-avalanchas varían según las características y las marcas. Se recomienda no escatimar en la calidad para garantizar su seguridad.
Introducción al disparo de la bolsa
Es importante saber activar su paracaídas en una situación crítica. El entrenamiento permite adquirir los reflejos necesarios para activar el sistema de inflado ante el peligro.
- Lea atentamente el manual: Familiarícese con el modo de empleo y los consejos de uso específicos para su modelo de mochila anti-aludes.
- Realice pruebas : Practique activar la bolsa en su casa o en un entorno seguro.
- Participe en formaciones: Algunas organizaciones ofrecen cursos de formación en técnicas de rescate en avalanchas, incluyendo el aprendizaje del uso correcto de la mochila antiavalanchas.
En conclusión, la compra de una mochila anti-aludes es una inversión seria, que requiere reflexión, comparación y pruebas. No olvide que su seguridad en la montaña depende ante todo de su comportamiento, de su experiencia y del respeto a las reglas elementales. La prevención sigue siendo la mejor protección contra los aludes.