Los elementos esenciales de un montaje de patines

Platina

Elemento esencial de cada par de patines, en algunos modelos será fija, pero la mayoría de las veces desmontable e intercambiable, permitiendo variar los usos en una misma bota.

Los usos se definen por dos factores: la distancia entre ejes y el diámetro de las ruedas instaladas.

La distancia entre ejes corresponde a la distancia entre el eje de la rueda delantera y el eje de la rueda trasera, midiendo así la longitud del contacto con el suelo.

Cuanto más corta es la platina, más maniobrable será pero generará menos inercia (hay que empujar con más frecuencia), como se encuentra en los modelos freeride de 243 mm o los primeros modelos de fitness recreativo de 250 mm, o incluso más cortos en modelos de slalom hasta 230 mm.

A medida que la longitud de la platina aumenta progresivamente hacia aproximadamente 260 mm o 270 mm, se orienta más hacia un uso para distancia o excursión.

Los modelos de carrera, entre los más largos (excepto los montajes de 5 ruedas/downhill), tienen platinas que superan los 330 mm para una transmisión máxima (requiriendo empujes más potentes pero menos frecuentes), siendo además más rígidos de manejar.

El diámetro de las ruedas está estrechamente relacionado con la distancia entre ejes, variando de 72 mm en slalom a 125 mm para carrera, y determinando la altura del montaje. Para slalom y freeride, se prefieren configuraciones de 4 ruedas, con diámetros de hasta 84 mm máximo, permitiendo mantenerse bajo en los apoyos para una mejor precisión y dinámica.

Para fitness, se comienza con diámetros de ruedas de 80 mm para los modelos básicos, evolucionando hacia 84 mm, 90 mm en configuraciones de 4 ruedas, o incluso 100 mm o 110 mm en 3 ruedas, para mayor comodidad o para recorrer distancias más largas.

En el ámbito de la carrera, los montajes de 4 ruedas con diámetros de ruedas de 100 mm o 110 mm son comunes, así como las configuraciones de 3 ruedas con ruedas de 125 mm.

Los montajes de 3 ruedas han difuminado un poco las líneas, con configuraciones en 3x110 mm que pueden ser muy cortas para freeride, aunque siempre más altas que ruedas de 80 mm. Esta altura puede sentirse en las recepciones de saltos, pero puede considerarse como una alternativa más orientada a desplazamientos, ganando en comodidad gracias al diámetro de 110 mm mientras se mantiene maniobrable gracias a una platina corta.

Ruedas

El diámetro será específico para la base de tu patín. Sin embargo, encontrarás diferentes opciones de dureza que van desde 80A hasta 90A. El medio versátil se encuentra entre 84 y 85A, que es el equilibrio entre comodidad y deslizamiento. Cuanto más te acerques a 80A, más la suavidad de la rueda aportará comodidad y agarre, siendo la consecuencia una goma que se deforma mucho y conserva menos la velocidad. Al acercarse a 90A, la rueda permitirá ir más rápido, pero también transmitirá más vibraciones y requerirá un poco más de atención porque, según las superficies, puede derrapar.

En algunas gamas de ruedas muy técnicas, se puede encontrar una construcción de doble densidad, combinando dos durezas de goma para aprovechar lo mejor de ambos mundos. También tendrás diferentes perfiles de rueda:

  • El perfil redondo, más fluido y cómodo en las curvas.
  • El perfil elíptico (perfil bala), ligeramente más puntiagudo, permite ir más rápido y conservar mejor el impulso al tener una superficie de contacto reducida, muy común en patinaje de velocidad pero también en algunos modelos urbanos.
  • El perfil cuadrado/biselado, casi exclusivo del patinaje agresivo, permite en cambio tener un máximo contacto en comparación con los diámetros pequeños habituales.

Rodamientos

Los rodamientos de patines son de los más importantes para un buen deslizamiento. Las dimensiones son estándar, tanto en las ruedas como en el eje. Encontrarás la norma ABEC, la más clásica, o los rodamientos ILQ, que garantizan un rendimiento más eficiente especialmente diseñado para el deslizamiento urbano.

La mayoría están hechos de acero, pero también existen versiones en cerámica, de gama más alta, que permiten mayor fluidez y menos mantenimiento que los rodamientos clásicos.